Oraciones,

en varias ocasiones.

Que han de decirse antes de las dos últimas Oraciones de la Letanía, o de la Oración Matutina y Vespertina.

Por Lluvia.

Oh Dios, Padre Celestial, que por tu Hijo Jesucristo has prometido a todos los que buscan tu Reino, y la rectitud de él, todas las cosas necesarias a su corporal sustento; Envíanos, te suplicamos, en la necesidad presente, la lluvia que sea suficiente para que gocemos los frutos de la tierra, el bien nuestro y gloria tuya; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Por buen Tiempo.

Omnipotente Dios, que por los pecados de los hombres anegaste el mundo en tiempos pasados, dejando vivas solo ocho personas; y después prometiste, por tu gran misericordia, no volverlo a destruir así jamás; Suplicámoste humildemente que aunque por nuestras iniquidades hemos merecido el castigo de lluvia y aguas, no obstante, a vista de nuestro arrepentimiento, quieras enviarnos tal tiempo que recibamos los frutos de la tierra en debida sazón; aprendiendo con tu castigo a enmendar nuestras vidas, y a darte por tu clemencia alabanza y gloria; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

En tiempo de Carestía y Hambre.

Oh Dios, Padre Celestial, de quien proviene que la lluvia caiga, la tierra sea fértil, los animales se aumenten, y los peces se multipliquen; Te rogamos que mires la aflicción de tu pueblo, concediendo que la penuria y carestía (que muy justamente sufrimos por nuestra iniquidad) sean por tu bondad misericordiosamente convertidas en copia y abundancia, por amor de Jesucristo nuestro Señor; a quien, contigo y el Espíritu Santo, sea todo honor y gloria, ahora y siempre. Amén.

O esta.

Oh Dios, Padre Misericordioso, que en el tiempo del profeta Eliséo, convertiste repentinamente en Samaria una gran penuria y carestía en copia y abundancia; Haz por tu misericordia que los que ahora sufrimos una calamidad semejante a aquella, recibamos igualmente el alivio oportuno. Aumenta los frutos de la tierra con tu bendición celestial; y concede que recibiendo tu bondadosa liberalidad, usemos de ella para tu gloria, para alivio de los necesitados, y para nuestro consuelo; mediante Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

En tiempo de Guerra y Tumultos.

Oh Dios Omnipotente, Rey de reyes, y Gobernador de todas las cosas, a cuyo poder no hay criatura que resista, y a quien pertenece de justicia castigar a los pecadores, y usar de misericordia con los arrepentidos; Te suplicamos humildemente que nos salves y libres de las manos de nuestros enemigos; abate su orgullo, doma su malicia, y confunde sus designios; para que armados de tu protección, nos veamos por siempre exentos de todo peligro, y así te alabemos como al solo dispensador de la victoria; por los méritos de tu único Hijo, Jesucristo nuestro Señor. Amén.

En tiempo de Contagio, o Epidemia.

Oh Dios Omnipotente, que en tu ira enviaste la peste sobre tu pueblo en el desierto, por su obstinada rebelión contra Moisés y Aaron; y asimismo en tiempo del Rey David destruiste con pestilencia setenta mil personas, y con todo eso acordándote de tu misericordia salvaste a los restantes; Ten piedad de nosotros miserables pecadores, que al presente nos hallamos visitados con enfermedad y mortandad; para que como entonces aceptaste una reconciliación, y mandaste cesar al ángel exterminador, de igual modo te dignes ahora apartar de nosotros esta plaga; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

En las Cuatro Témporas, para decirse cada día por los que han de ser admitidos a Orden Sacro.

Omnipotente Dios, Padre nuestro Celestial, que te has adquirido una Iglesia universal por la preciosa sangre de tu amado Hijo; Mírala misericordiosamente, y dirige y gobierna los ánimos de tus siervos los Obispos y Pastores de tu rebaño, para que en la ocasión presente no impongan sus manos inconsideradamente sobre ninguno; antes bien elijan con tino y prudencia a los que sean capaces de emplearse en los ministerios sagrados de tu Iglesia: y a los que fueren admitidos a estos santos empleos, concede tu gracia y tu bendición celestial, para que tanto en su vida como en sus instrucciones publiquen tu gloria, y promuevan la salvación del género humano; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

O esta.

Omnipotente Dios, dador de todos buenos dones, que por tu divina Providencia has señalado diversos Ordenes en tu Iglesia; Te suplicamos concedas tu gracia a todos los que son llamados a cualquier oficio, o ministerio en ella; y que de tal modo los llenes de tu verdadera doctrina, y los adornes con inocencia de vida, que te sirvan con fidelidad, para gloria de tu Nombre, y bien de tu Santa Iglesia; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración que puede decirse después de cualquiera de las anteriores.

Oh Dios, cuya invariable disposición y naturaleza es ser misericordioso, recibe nuestras humildes suplicas; y aunque nos hallamos ligados con la cadena de nuestras culpas, haz que tu misericordia y gracia infinita nos desate; a honra de Jesucristo, nuestro Mediador y Abogado. Amén.

A Prayer for the Congress of the United States, to be read during their Session.

Most gracious God, we humbly beseech thee, as for the people of these United States in general, so especially for their Senate and Representatives in Congress assembled: That thou wouldest be pleased to direct and prosper all their consultations, to the advancement of thy glory, the good of thy Church, the safety, honour, and welfare of thy people; that all things may be so ordered and settled by their endeavours, upon the best and surest foundations, that peace and happiness, truth and justice, religion and piety, may be established among us for all generations. These and all other necessaries, for them, for us, and thy whole Church, we humbly beg in the Name and Mediation of Jesus Christ, our most blessed Lord and Saviour. Amen.

Colecta u Oración por todo el género humano, que se usará cuando no se dice la Letanía.

Oh Dios, Criador y Conservador del género humano, humildemente te encomendamos los hombres de todas clases y condiciones; que te dignes de hacerles conocer tus sendas, y tu salud eterna a todas las naciones. Más especialmente te pedimos por la felicidad de la Iglesia Católica; y que de tal modo la dirija tu Santo Espíritu. que cuantos profesan ser y se llaman Cristianos, vayan por el camino de la verdad, y guarden la fe en unidad de espíritu, en vinculo de paz, y en rectitud de vida. Finalmente encomendamos a tu bondad paternal a cuantos se hallan afligidos o angustiados de cualquier modo, ya sea en su alma, en su cuerpo, o en sus haberes; [* especialmente a los que han pedido nuestras oraciones] suplicándote que los consueles y alivies según les convenga, dandoles paciencia en sus aflicciones, y feliz éxito en sus trabajos. Pedimos esto por amor de Jesucristo. Amén.

* Estas palabras se dirán cuando alguien pidiere las oraciones de la Congregación.