La Letanía

Aquí se sigue la Letanía, o Plegaria General, para ser cantada o rezada después de la Oración Matutina, los Domingos, Miércoles, y Viernes, y en cualquier tiempo que se mande por el Ordinario.

Oh Dios Padre Celestial : apiádate de nosotros miserables pecadores.

Oh Dios Padre Celestial : apiádate de nosotros miserables pecadores.

Oh Dios Hijo, Redentor del mundo : apiádate de nosotros miserables pecadores.

Oh Dios Hijo, Redentor del mundo : apiádate de nosotros miserables pecadores.

Oh Dios Espíritu Santo, procedente del Padre y del Hijo : apiádate de nosotros miserables pecadores.

Oh Dios Espíritu Santo, procedente del Padre y del Hijo : apiádate de nosotros miserables pecadores.

Oh Santa, Bendita, y Gloriosa Trinidad, tres Personas y un solo Dios : apiádate de nosotros miserables pecadores.

Oh Santa, Bendita, y Gloriosa Trinidad, tres Personas y un solo Dios : apiádate de nosotros miserables pecadores.

Oh Señor, no te acuerdes de nuestros pecados, ni de los de nuestros padres, ni tomes venganza de nuestras iniquidades: perdónanos, oh Señor, perdona a tu Pueblo que tú redimiste con tu preciosa Sangre, y no estes para siempre irritado contra nosotros.

Perdónanos, oh Señor.

De todo mal, y daño; de todo pecado, de las astucias y asaltos del Diablo; de tu ira, y de condenación eterna,

Líbranos, Señor.

De ceguedad de corazón; de soberbia, vanagloria, e hipocresía; de envidia, odio, y mala voluntad, y de toda falta de caridad,

Líbranos, Señor.

De fornicación, y de cualquier otro pecado mortal; y de todos los engaños del Mundo, Demonio, y la Carne,

Líbranos, Señor.

De rayos y tempestades; de peste. contagio, y hambre; de guerra, de homicidio, y de muerte repentina,

Líbranos, Señor.

De toda sedición, conspiración secreta, y rebelión; de toda falsa doctrina, heregía, y cisma; de todo endurecimiento de corazón, de menosprecio de tu Palabra y de tus Mandamientos.

Líbranos, Señor.

Por el Misterio de tu santa Encarnación ; por tu santa Natividad, y Circuncisión; por tu Bautismo, Ayuno, y Tentación,

Líbranos, Señor.

Por tu Agonía y Sudor de sangre; por tu Cruz y Pasión; por tu preciosa Muerte y Sepultura; por tu gloriosa Resurrección y Ascensión; y por la Venida del Espíritu Santo,

Líbranos, Señor.

En todo tiempo de nuestra tribulación; en todo tiempo de nuestra prosperidad; en la hora de la muerte, y en el día del juicio,

Líbranos, Señor.

Oh Buen Dios, nosotros pobres pecadores te suplicamos oigas nuestros ruegos; y que tengas por bien de regir y gobernar tu Santa Iglesia universal por el camino recto;

Suplicámoste nos oigas, oh Señor,

**That it may please thee to keep and strengthen in the true worshipping of thee, in righteousness and holiness of life, thy Servant the President of the United States, and the governors of the several states,

**Que te dignes de gobernar su corazón en tu fe, temor, y amor, de modo que siempre confie en ti, y procure en todo tiempo tu honra y gloria;

**That it may please thee to be his defender and keeper, giving him the victory over all the enemies of state,

**Que te dignes de bendecir y conservar a los Magistrados, y de darles gracia para que hagan justicia, y mantengan la verdad;

Que te dignes de iluminar á todos los Obispos, Presbíteros, y Diáconos, dandoles el verdadero conocimiento e inteligencia de tu Palabra; de modo que con su predicación la publiquen, y con su ejemplo conforme la manifiesten:

Que te dignes de bendecir y de guardar todo tu Pueblo;

Que te dignes de dar a todas las Naciones, unión, paz, y concordia;

Que te dignes de darnos un corazón que sepa amarte y reverenciarte, y de hacemos vivir guardando cuidadosamente tus mandamientos;

Que te dignes de dar a todo tu pueblo aumento de gracia, para oir con humildad tu Palabra, para abrazarla con sincero afecto, y para producir los frutos del Espíritu;

Que te dignes de traer al camino de la verdad a todos los que están en error y engaño;

Que te dignes de fortalecer a los que aún se mantienen rectos; de sostener y dar ánimo a los flacos, de alzar a los caidos, y finalmente de hacemos hollar a Satanás bajo nuestros piés;

Que te dignes de ayudar, defender, y consolar, a todos los que están en peligro, necesidad, y tribulación;

Que te dignos de conservar a los viajantes por mar o por tierra, a todas las mujeres que están de parto, a todos los enfermos y niños; y de compadecerte de los encarcelados y cautivos;

Que te dignes de amparar y abrir, camino a todos los huérfanos y viudas, y a todos los desconsolados y oprimidos;

Que te dignes de tener misericordia de todo el género humano;

Que te dignes de perdonar a nuestros enemigos, perseguidores, y calumniadores, y convertir sus corazones;

Que te dignes de darnos y conservar los frutos de la tierra, para que en su tiempo los gocemos;

Que te dignes de darnos verdadero arrepentimiento; de perdonar todos nuestros pecados, descuidos, e ignorancias; otorgándonos la gracia de tu Santo Espíritu, a fin que enmendemos nuestra vida, según tu Santa Palabra;

Suplicámoste nos oigas, oh Señor.

Hijo de Dios, suplicámoste nos oigas;

Hijo de Dios, suplicámoste nos oigas.

Oh Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo;

Danos tu Paz.

Oh Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo;

Apiádate de nosotros.

Oh Cristo, oyenos.

Oh Cristo, oyenos.

Señor apiádate de nosotros.

Señor apiádate de nosotros.

Cristo, apiádate de nosotros.

Cristo, apiádate de nosotros.

Señor apiádate de nosotros.

Señor apiádate de nosotros.

Entonces el Presbítero, y el Pueblo con él, dirá la Oración Dominical.

Padre nuestro, que estás en el cielo, Santificado sea tu Nombre. Venga a nosotros reino. Hágase tu Voluntad, así en la tierra, como en el ciclo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Y perdóna nuestra ofensas, Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Y no nos dejes caer en la tentación; Y líbranos de mal. Amén.

The Minister may, at his discretion, omit all that followeth, to the Prayer, We humbly beseech thee, O Father, &c.

Presbítero. Oh Señor, no procedas con nosotros según nuestros pecados.

Respuesta. Ni nos pagues según nuestras iniquidades.

Oremos.

Oh Dios, Padre Misericordioso, que no desprecias los gemidos de un corazón contrito, ni el anhelo de los angustiados; Acoge misericordiosamente las oraciones que te dirigimos en todos nuestros trabajos y adversidades, cuando caen 'sobre nosotros; y oyenos clementemente, para que estos males que la astucia y sutileza, bien sea del demonio, o bien de otros hombres, obra contra nosotros, sean reducidos a nada, y por la providencia de tu bondad sean disipados; para que nosotros tus siervos, estando libres de persecuciones, te demos gracias en tu Santa Iglesia, por Jesucristo nuestro Señor.

Oh Señor, levántate, ayúdanos, y líbranos por tu Nombre.

Oh Dios, hemos oido con nuestros oidos, y nuestros padres nos han contado las obras gloriosas que tú hiciste en sus días, y en tiempo anterior a ellos.

Oh Sellar, levántate ayúdanos, y líbranos por tu Honor.

Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo;

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Defiéndenos de nuestros enemigos, oh Cristo.

Mira clementemente nuestras aflicciones.

Considera piadosamente la angustia de nuestros corazones.

Perdona misericordiosamente los pecados de tu pueblo.

Oye favorablemente y con misericordia nuestros ruegos.

Oh Hijo de David, apiádate de nosotros.

Ahora y siempre dígnate oirnos, oh Cristo.

Ahora y siempre dígnate oirnos, oh Cristo.

Presbítero. Oh Señor, muéstranos tu misericordia;

Respuesta. Como esperamos en ti.

Oremos.

Nosotros te suplicamos humildemente, oh Padre, que mires con piedad nuestras flaquezas; y por la gloria de tu Nombre aparta de nosotros todos estos males que hemos muy justamente merecido; y concede que en todas nuestras calamidades pongamos toda nuestra esperanza y confianza en tu misericordia, y te sirvamos siempre en santidad y pureza de vida, a tu honra y gloria; por la intercesión de nuestro solo Mediador y Abogado, Jesucristo nuestro Señor. Amén.

The Minister may here at his discretion add other prayers.

Oración de S. Juan Crisóstomo.

Omnipotente Dios, que nos has dado gracia para que en la ocasión presente te dirijamos de común acuerdo nuestras súplicas; y has prometido que cuando dos o tres esten congregados en tu Nombre, les concederás sus peticiones: Cumple ahora, oh Señor, los deseos y ruegos de tus siervos, como más les convenga concediéndonos en este mundo conocimiento de tu verdad, y en el venidero vida eterna. Amén.

2 Cor. xiii.

La Gracia de nuestro Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la participación del Espíritu Santo, sea con todos nosotros. Amén.

Aquí acaba la Letanía.