El Orden de la Oración Matutina,

Cada dia por todo el Año.

Al principio de la Oración Matutina, el Ministro leerá en voz alta una o más de las Sentencias de las Escrituras, que se siguen. Y entonces dirá lo que está escrito después de las dichas Sentencias.

Apartándose el impío de su impiedad que hizo, y haciendo juicio y justicia, hará vivir su alma. Ezeq. xviii. 27.

Yo reconozco mis rebeliones; y mi pecado está siempre delante de mí. Salmo li. 3.

Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. Salmo li. 9.

Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado: al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. Salmo li. 17.

Lacerad vuestro corazón, y no vuestros vestidos y convertíos á Jehová vuestro Dios: porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira, y grande en misericordia, y que se arrepiente del castigo. Joel ii. 13.

De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia, y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado; y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes, las cuales puso él delante de nosotros. Daniel ix. 9, 10.

Castigame, oh Jehová; más con juicio: no con tu furor, porque no me aniquiles. Jer. x. 24. Salmo vi. 1.

Arrepentíos, que el Reino de los Cielos se ha acercado. St Matt. iii. 2.

Me levantaré, e ire a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo, y contra tí; ya no soy digno de ser llamado tu hijo. S. Luc. xv. 18, 19.

Oh Señor, no entres en juicio con tu siervo; porque no se justificará delante de tí ningún viviente. Salmo cxliii. 2.

Si dijéremos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y no hay verdad en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad. 1 de S. Juan i. 8, 9.


Hermanos muy amados, la Sagrada Escritura nos amonesta en muchos lugares, que confesemos y conozcamos la muchedumbre de nuestras iniquidades y ofensas; y que no las debemos en alguna manera disimular ni encubrir delante de nuestro Dios y Padre Celestial; más al contrario confesarlas con corazón contrito y humillado, para alcanzar la remisión de ellas por su bondad y misericordia infinita. Y aunque en todo momento debemos hacer a Dios una humilde confesión de nuestras culpas delante de su divino acatamiento, esta obligación es precisa cuando nos juntamos a darle debidas gracias por los grandes e inenarrables beneficios que de su liberal mano cada día recibimos, al predicar sus alabanzas, al oir su divina Palabra, y al pedirle todas las cosas que nos son necesarias, así para nuestros cuerpos como para nuestras almas. Por tanto yo os ruego y requiero, a todos los que estais aquí presentes, que con un corazón verdaderamente humillado me acompañeis diciendo:

Confesión general que toda la Congregación debe decir de rodillas, siguiendo al Ministro.

Padre Omnipotente, y Misericordioso; Nosotros nos hemos desviado de tus senderos, y como ovejas perdidas hemos andado descarriados fuera de tus caminos. Hemos desordenadamente seguido los designios y deseos de nuestro propio corazón. Hemos quebrantado tus santos mandamientos. No hemos hecho lo que debiamos; Antes bien hemos puesto por obra lo que no debiamos hacer ; Y en nosotros no hay salud. Más tú, Señor, apiádate de nosotros, miserables pecadores. Perdona, oh Dios, a los que confiesan sus culpas. Restablece a los que se arrepienten; Según tus promesas declaradas al género humano en Jesucristo nuestro Señor. Y por amor suyo concédenos, oh Padre misericordioso, que de aquí adelante vivamos sobria, justa, y religiosamente, para gloria de tu Santo Nombre. Amén.

La Absolución, o Remisión de pecados, que solo el Presbítero ha de pronunciar, estando de pié; y el pueblo arrodillado.

EL Dios Todo-poderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que no desea la muerte del pecador, sino que se convierta y viva; y ha dado poder y mandamiento a sus Ministros de declarar y pronunciar a su pueblo arrepentido la absolución y perdón de sus pecados: Él es el que perdona y absuelve a todos los que verdaderamente se arrepienten, y que sinceramente creen en su Evangelio. Por tanto supliquémosle que nos dé verdadero arrepentimiento, y su Santo Espíritu, a fin que las obras que al presente hacemos le sean agradables; y que nuestra vida de aquí en adelante sea pura y santa, para que finalmente en la otra gocemos de la gloria eterna; por Jesucristo nuestro Señor.

If no priest be present the person saying the service shall read the Collect for the Twenty-First Sunday after Trinity, that person and the people still kneeling.

Grant, we beseech thee, merciful Lord, to thy faithful people pardon and peace, that they may be cleansed from all their sins, and serve thee with a quiet mind; through Jesus Christ our Lord. Amen.

Entonces se arrodillará el Ministro, y dirá la Oración Dominical; el pueblo tambien arrodillado, y repitiéndola con él.

Padre nuestro, que estás en el cielo, Santificado sea tu Nombre. Venga a nostros tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra, como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, Y perdóna nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Y no nos dejes caer en tentación; y líbranos del mal: Porque tuyo es el reino, el poder, la gloria, Por siempre Señor. Amén.

Asimismo dirá luego:

Señor, abre nuestros labios.

Respuesta. Y nuestra boca anunciará tu alabanza.

Ministro. Señor, apresúrate a socorrernos.

Respuesta. Date prisa en nuestro auxilio, Señor.

Aqui estando todos de pié, el Ministro dirá:

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo;

Respuesta. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ministro. Load al Señor.

Respuesta. El Nombre del Señor sea alabado.

En seguida se dirá o cantará el Salmo siguiente, excepto el día de Resurrección, para el cual hay señalada otra Antífona; y los día nueva y diez de cada mes no debe ser leido aquí, sino en el Curso ordinario de los Salmos.

Venite, exultemus Domino.

Psalm xcv.

Venid, celebremos alegremente á Jehová : cantemos con júbilo á la Roca de nuestra salud.

Lleguemos ante su acatamiento con alabanza : aclamémosle con cánticos.

Porque Jehová es Dios grande : y Rey grande sobre todos los dioses.

Porque en su mano están las profundidades de la tierra : y las alturas de los montes son suyas.

Suya tambien la mar, pues él la hizo : y sus manos formaron la seca.

Venid, adoremos y postrémonos : arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.

Porque él es nuestro Dios : y nosotros el pueblo de su dehesa, y ovejas bajo de su mano.

Si hoy oyereis su voz, no endurezcais vuestro corazon : como en Meriba, como el dia de Masa en el desierto;

Donde me tentaron vuestros padres : probáronme, y vieron mi obra.

Cuarenta años estuve disgustado conla nacion, y dije : Pueblo es este que divaga de corazón, y no han conocido mis caminos.

Por tanto juré en mi furor : que no entrarian en mi reposo.

Gloria al Padre, al Hijo : y al Espíritu Santo;

Como era en el principio, ahora siempre : por los siglos de los siglos. Amén.

Then shall be said or sung the Psalms in order as they be appointed. Then a Lesson of the Old Testament, as is appointed, except there be proper Lessons assigned for that day. And after that, shall be said or sung, in English, the Hymn called Te Deum Laudamus, daily throughout the Year.

Te Deum Laudamus.

O Dios, a ti te loamos : y confesamos que tú eres el Señor.

Toda la tierra te adora : oh Padre Eterno.

A ti los Angeles, los cielos : y todas sus potestades levantan sus voces.

A ti los Querubines y Serafines : claman sin cesar,

Santo, Santo, Santo : Señor, Dios de los Ejércitos.

Llenos están los cielos y la tierra : de la majestad de tu gloria.

La Compañía gloriosa de los Apóstoles : te alaba.

La Congregación excelente de los Profetas : te celebra.

El Ejército triunfante de los Mártires : te alaba.

La Santa Iglesia Católica : te confiesa;

Padre : de Majestad infinita;

A tu Hijo único : verdadero y venerable;

También al Espíritu Santo : Consolador.

Tú eres el Rey de la gloria : oh Cristo.

Tú eres el Hijo eterno : del Padre.

Cuando tú te dignaste emprender nuestra redención : no desdeñaste las entrañas de la Vírgen.

Tú, habiendo vencido el aguijón de la muerte : abriste el Reino de los Cielos a todos los creyentes.

Tú estás sentado a la diestra de Dios : en la gloria del Padre.

Nosotros creemos que vendrás : a ser nuestro Juez.

Por tanto te suplicamos socorras a tus siervos : que redimiste con tu preciosa sangre.

Haz que sean del número de tus santos : en la gloria eterna.

Señor Dios, salva tu pueblo: y bendice tu heredad.

Gobiérnalo : y ensálzalo perpetuamente.

Todos los días : te bendecimos.

Y honramos tu Nombre : eternamente.

Señor, dígnate preservarnos este dia : de todo pecado.

Oh Señor, apiádate de nosotros : apiádate de nosotros.

Oh Señor, sea tu misericordia sobre nosotros : como esperamos en ti.

Señor, en ti he esperado : no permitas que sea jamas confundido.

O este Cántico. Show

Benedicite, omnia opera.

Bendecid al Señor, todas las obras del Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Angeles del Señor, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Cielos, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Todas las aguas, que estais sobre los cielos, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Todas las virtudes del Señor, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Sol y Luna, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Estrellas del cielo, predicad al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Lluvia y Rocío, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Vientos, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Fuego y Calor, bendecid al Señor: alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Invierno y Estío, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Rocíos y Hielos, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Heladas y Frias, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Hielos y Nieves, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Noches y Dias, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Luz y Tinieblas, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Relámpagos y Nubes, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Bendiga la tierra al Señor : alábele, y ensálzele en los siglos.

Montes y Collados, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Plantas y Yerbas del campo, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Fuentes, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Mares y Rios, bendecid al Señor : alabad le, y ensalzadle en los siglos.

Mónstruos de los mares, y cuanto tiene vida en las aguas, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Aves del cielo, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Bestias y Ganados, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Hijos de los hombres, bendecid al Señor: alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Bendiga Israél al Señor : alábele y ensálzele en los siglos.

Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Siervos del Señor, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Espíritus y Almas de los justos, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Santos y humildes de corazon, bendecid al Señor: alabadle, y ensalzadle en los siglos.

Ananias, Azarias, y Misael, bendecid al Señor : alabadle, y ensalzad le en los siglos.

Gloria al Padre, al Hijo : y al Espíritu Santo;

Como era en el principio, ahora y siempre : por los siglos de los siglos. Amén.

Luego se leerá del modo dicho la segunda Lección, tomada del Nuevo Testamento: Y enseguida el Himno siguiente, excepto cuando sí haya de leer en el Capítulo del Día, o en el Evangelio del Día de S. Juan Bautista.

Benedictus.

St Luke i. 68.

Bendito el Señor Dios de Israél : que ha visitado, y hecho redención o su pueblo.

Y nos alzó un cuerno de salvación : en la casa de David su siervo;

Como habló por boca de sus santos profetas : que fueron desde el principio:

Salvación de nuestros enemigos : y de mano de todos los que nos aborrecieron;

Para hacer misericordia con nuestros padres : y acordándose de su santo pacto;

Del juramento que juró a Abraham nuestro padre : que nos habia de dar,

Que sin temor, librados de nuestros enemigos, le serviriamos,

En santidad y justicia delante de él : todos los días de nuestra vida.

Y tú, niño, Profeta del Altísimo serás llamado : porque irás ante la faz del Señor para aparejar sus caminos,

Dando conocimiento de salud a su pueblo : para remisión de sus pecados,

Por las entrañas de misericordia de nuestro Dios : con que nos visitó de lo alto el oriente,

Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte : para encaminar nuestros piés por camino de paz.

Gloria al Padre, al Hijo : y al Espíritu Santo;

Como era en el principio, ahora y siempre : por los siglos de los siglos. Amén.

O este Salmo. Show

Jubilate Deo.

Psalm c.

Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra : servid a Jehová con alegría; venid ante su acatamiento con regocijo.

Reconoced que Jehová él es el Dios: él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.

Entrad por sus puertas con reconocimiento, por sus atrios con alabanza : alabadlo, bendecid su Nombre.

Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia : y su verdad por todas las generaciones.

Gloria al Padre, al Hijo : y al Espíritu Santo;

Como era en el principio, ahora y siempre : por los siglos de los siglos. Amén.

Después se dirá o cantará el Credo de los Apóstoles, estando el Ministro y el Pueblo de pié; excepto cuando se prescribe el Credo de S. Atanasio.

Creo en Dios Padre Omnipotente, Creador del cielo y de la tierra:

Y en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro; Que fué concebido por el Espíritu Santo; Nació de María Vírgen; Padeció bajo el poder de Poncío Pilato; Fué crucificado, muerto, y sepultado; Descendió á los infiernos; Al tercer día resucitó de entre los muertos; Subió al cielo; Está sentado á la diestra de Dios Padre Omnipotente; De donde vendrá á juzgar los vivos y los muertos.

Creo en el Espíritu Santo; La Santa Iglesia Católica; La Comunión de los Santos; El Perdon de los pecados; La Resurrección de la carne; Y la vida perdurable. Amén.

Después de esto se harán estas plegarias, estando todos devotamente de rodillas; pronunciando priméro el Ministro en voz alta.

El Señor sea con vosotros.

Respuesta. Y con tu espíritu.

Ministro. Oremos.

Señor, apiádate de nosotros.

Cristo, apiádate de nosotros.

Señor, apiádate de nosotros.

Entonces el Ministro, los Clérigos, y todo el Pueblo dirán la Oración Dominical en voz alta.

Padre nuestro, que estás en el cielo, Santificado sea tu Nombre. Venga a nostros tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra, como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, Y perdóna nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Y no nos dejes caer en tentación; y líbranos del mal. Amén.

Después el Ministro dirá:

Señor, muéstranos tu misericordia.

Respuesta. Y danos tu salud.

Ministro. O Lord, guide and defend our rulers.

Respuesta. Y óyenos clementemente cuando te invocamos.

Ministro. Llena a tus Ministros de virtudes.

Respuesta. Y da alegría a tu pueblo escogido.

Ministro. Señor Dios, defiende a tu Pueblo.

Respuesta. Y bendice a tu heredad.

Ministro. Danos paz en nuestros dias, oh Señor.

Respuesta. Porque no hay otro que pelée por nosotros, sino tú, oh Dios.

Ministro. Oh Dios, purifica nuestros corazones.

Respuesta. Y no quites de nosotros tu Santo Espíritu.

Siguense luego tres Colectas; la primera será del Día, es a saber, la que está ordenada para la Comunión; la segunda por la Paz; la tercera por la Gracia de bien vivir. Las dos postreras no varían, mas se dicen todo el año en la Oración Matutina, como se sigue; todos de rodillas. Show

La Colectas del Día.

Amen.

La segunda Colecta, por la Paz.

Oh Dios autor de la Paz, y amante de la Concordia, de cuyo conocimiento depende nuestra vida eterna, y cuyo servicio es plena libertad; Defiende a estos tus humildes siervos en todos los ataques de nuestros enemigos; para que confiando enteramente en tu protección y amparo, no tengamos ocasión de temer la fuerza de ningún adversario, mediante el poder de Jesucristo nuestro Señor. Amén.

La tercera Colecta, por la Gracia.

Señor nuestro, Padre Celestial, Eterno y Todo-poderoso, que nos has hecho llegar al principio de este dia; Guárdanos en él con tu gran poder, y haz que el día de hoy no caigamos en ningún pecado, ni incurramos en ningún peligro; antes bién, que todas nuestras acciones sean dirigidas por ti, de modo que siempre hagamos lo que es justo y agradable a tus ojos; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

In place of the Anthem, here may follow a Psalm or Hymn.

Then these Prayers following are to be read here: Except when the Litany is read; and then only the last two are to be read, as they are there placed. Show

A Prayer for the President of the United States.

O Lord, our heavenly Father, the high and mighty, King of kings, Lord of lords, the only Ruler of princes, who dost from thy throne behold all the dwellers upon earth; Most heartily we beseech thee with thy favour to behold thy servant the President of the United States; and so replenish him with the grace of thy Holy Spirit, that he may always incline to thy will, and walk in thy way. Endue him plenteously with heavenly gifts; grant him in health and wealth long to live; strengthen him that he may vanquish and overcome all the people’s enemies; and finally, after this life, he may attain everlasting joy and felicity; through Jesus Christ our Lord. Amen.

Oracion por el Clero y Pueblo.

Omnipotente y Eterno Dios, que eres el solo autor de obras maravillosas; envía sobre nuestros Obispos y Curas, y todas las Congregaciones encomendadas a su cargo, el saludable Espíritu de tu gracia; y para que ellos verdaderamente te agraden, haz bajar sobre ellos el continuo rocío de tu Bendición. Concede esto, oh Señor, por el honor de nuestro Abogado y Mediador, Jesucristo. Amen.

Oracion de S. Juan Crisóstomo.

Omnipotente Dios, que nos has dado gracia para que en la ocasión presente te dirijamos de común acuerdo nuestras súplicas; y has prometido que cuando dos o tres esten congregados en tu Nombre, les concederás sus peticiones: Cumple ahora, oh Señor, los deseos y ruegos de tus siervos, como más les convenga concediéndonos en este mundo conocimiento de tu verdad, y en el venidero vida eterna. Amen.

2 Cor. xiii.

La Gracia de nuestro Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la participación del Espíritu Santo, sea con todos nosotros. Amén.

Aquí acaba el órden de la Oración Matutina por todo el Año.


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Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo. Hechos vi. 8.